
Hace unos días se publicó en prensa la reforma de la ordenanza municipal sobre tenencia de perros y otros animales domésticos en Santander, según la cual se considera más grave que un perro ejerza la libertad de ir suelto por la playa o cualquier otro lugar, que el abandono o el tráfico de vidas (la venta de animales fuera de los “lugares autorizados”) Nos parece escandaloso que la sanción por no llevar atado a tu compañero se considere falta de “grave” a “muy grave” (dependiendo el lugar o la época del año) y que dicha acción sea multada con 200-300€ y que en cambio el mercadeo de animales sea considerado “falta leve” (100€), y el abandono “falta grave” (200€). No entendemos a que se deben estos criterios tan injustos y disparatados. Si lo analizamos, si nos paramos a evaluar la problemática existente en la “tenencia” de animales “domésticos” el hecho de dejar a tu amigo suelto de forma responsable (vigilado) no supone ningún perjuicio social siempre y cuando sea en lugares poco transitados (por la seguridad de ellos y de todos) o en horarios concretos. Es más, para que un perro en este caso esté equilibrado necesita socializarse, desarrollar sus aptitudes, las correas y los bozales pueden llegar a frustrarlos y provocar comportamientos indeseados.
En cambio la compraventa de animales es la base del problema de la superpoblación y el abandono. Las protectoras están llenas y con pocos recursos, las perreras sacrifican subvencionadas por los ayuntamientos a un ritmo dramático, en cambio se sanciona con más dureza a quien le da un poco de libertad a su compañero no humano, que al que le abandona a su suerte. INCONCEBIBLE.
En cambio la compraventa de animales es la base del problema de la superpoblación y el abandono. Las protectoras están llenas y con pocos recursos, las perreras sacrifican subvencionadas por los ayuntamientos a un ritmo dramático, en cambio se sanciona con más dureza a quien le da un poco de libertad a su compañero no humano, que al que le abandona a su suerte. INCONCEBIBLE.